aprendizaje cooperativo

El aprendizaje cooperativo es un concepto diferente de enseñanza y aprendizaje. Está basado en la interacción de los alumnos. Se trata de un concepto del aprendizaje no competitivo ni individualista como lo es método tradicional, sino un mecanismo colaborador que pretende desarrollar hábitos de trabajo en equipo, la solidaridad entre compañeros y que los alumnos intervengan autónomamente en su proceso de aprendizaje.

 

Escuelas para todos

El aprendizaje cooperativo cobra toda su importancia en el seno de la educación inclusiva. La inclusión es más que un método; es una forma de vivir relacionada con los valores de la convivencia y la aceptación de las diferencias, la tolerancia y la cooperación. La educación no debería ser un instrumento homogeneizador, ya que en la diversidad se dan las mejores oportunidades para aprender.

Una escuela para todos debe responder a las necesidades específicas de sus integrantes. Para ello es fundamental promover el autoaprendizaje, ya que cuantos más alumnos autónomos haya en un aula, más posibilidades tendrán los docentes de ayudar a los que son menos autónomos. Aquí es donde entra en juego el aprendizaje cooperativo.

No se trata de saber más que los demás, sino de saber todo cuanto se pueda y poner lo que se sabe junto a lo que saben los demás para poder alcanzar metas comunes y transformar la sociedad. Debemos formar ciudadanos competentes, pero no competitivos, sino cooperativos. Ciudadanos libres, críticos y responsables. Para ello los alumnos deben ser personas autónomas y críticas, no sólo competentes y hábiles.

La cooperación debe estar por encima de la competición. La escuela ha de involucrar a sus miembros para que compartan y cooperen con los demás, no sólo para que trabajen individualmente. Para alcanzar la excelencia no es preciso triunfar sobre los demás.

Se trata de pasar de una estructura individual y competitiva a un modelo de aprendizaje cooperativo. Los alumnos no sólo aprenden porque el profesor enseña, sino porque cooperan entre sí enseñándose unos a otros. El aprendizaje cooperativo se apoya en dos principios:

  1. el aprendizaje requiere la participación directa y activa de los estudiantes. Nadie puede aprender por otro, aunque sí estimularle y ayudarle a hacerlo.

  2. la cooperación y la ayuda mutua permiten ampliar el aprendizaje: aprender más cosas y aprenderlas mejor.

Los objetivos perseguidos por los alumnos han de estar vinculados entre sí. Los miembros de un mismo equipo se tienen que ayudar para superarse a sí mismos, tanto a nivel individual como de grupo. Para conseguirlo, todos deben progresar en el aprendizaje, cada uno al nivel que pueda. Y, de la misma manera, tiene que progresar el grupo de clase, logrando que todos avancen.

El trabajo cooperativo no anula la responsabilidad, el trabajo individual ni el compromiso personal; se sustituye el trabajo solitario por el trabajo personal dentro de equipos. En ellos se dan relaciones constructivas entre alumnos diferentes y se fomenta la ayuda mutua. Esto no significa que haya que trabajar siempre en grupo, durante todo el rato, ni en el mismo grupo, ni en todas las materias

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