Por Laura F. González y Dolores Pevida (ECO Asturias)
Esquema del Taller de aprendizaje cooperativo presentado en el Congreso: Diversidad, inclusión y orientación educativa celebrado en la Universidad Menéndez Pelayo de Santander del 28 de Junio al 2 de Julio de 2010.
1. Estudia aprendizaje cooperativo
Nos informamos y nos formamos. Lo primero debería ser leer sobre aprendizaje cooperativo. No es fácil incorporar totalmente el aprendizaje cooperativo si no estamos informados ni lo hemos probado anteriormente: el aprendizaje cooperativo es fundamental para la adquisición de las competencias, supone crear y utilizar distintos agrupamientos de una manera cuidadosa y atendiendo a ciertos principios (interdependencia, interacción, responsabilidad individual y hacia el grupo, promoción de las relaciones interpersonales y de habilidades sociales, evaluación constante del funcionamiento del grupo, etc.), que se deben de conocer antes de ponerlo en práctica.
En nuestra página web te facilitamos lecturas “para empezar”. Dirígete a la bibliografía general que te hemos facilitado en el taller, te hará sentirte más seguro o segura. Además es muy importante integrarse en Seminarios o Grupos de Trabajo; así hacemos nosotros con el profesorado. Nos permite formarnos, conocer experiencias cercanas en los distintos niveles educativos y áreas curriculares, disipar dudas, quitar miedos y además cooperar con otros compañeros y compañeras y empezar a poner la experiencia en marcha con nuestra ayuda y seguimiento.
2.- Trabaja las relaciones interpersonales. Ámbito de intervención A: sensibilización y cohesión de grupo
Incluimos las actuaciones que realizamos para conseguir que el alumnado de una clase adquiera conciencia de grupo y se constituya en una comunidad de aprendizaje, creando un clima apropiado para el aprendizaje. Todo educador debería preocuparse por las relaciones interpersonales en la clase donde trabaje; mejorar éstas, son beneficiosas y necesarias para adquirir las competencias: social y ciudadana, autonomía e iniciativa personal, así como, desarrollar estrategias necesarias para una convivencia democrática y una resolución pacífica de los conflictos.
Este ámbito de intervención es necesario e imprescindible para desarrollar con éxito el aprendizaje cooperativo en las aulas. Comenzar por las relaciones interpersonales consiste en favorecer que los estudiantes se conozcan, desarrollen conductas y actitudes prosociales, aprendan a estar juntos antes de aprender juntos y adquieran conciencia de grupo. Este ámbito se puede planificar y desarrollar en las tutorías. Es importante también que nosotros conozcamos a nuestro alumnado: realizaremos sociogramas y tendremos a nuestro alcance fichas de observación que nos permitan tomar notas e ideas que nos ayuden a tomar decisiones más adelante, a la hora de constituir los equipos de trabajo. Proponemos dinámicas como “el grupo nom nal”, “la pelota”, “la entrevista”, “la maleta”, “el blanco y la diana”, “mundo de colores”, “el equipo de Manuel”… ( materiales aportados por Pere Pujolàs).
3. Comienza con parejas, pasa a tríos, cuartetos y luego ya veremos
Uno de los factores de fracaso más frecuentes cuando se pretende trabajar con aprendizaje cooperativo es querer trabajar con grupos numerosos desde el primer día. No suele funcionar: es mejor "crecer" gradualmente; la máxima a seguir es que el tamaño de los grupos depende de la experiencia en trabajo en grupo y la dificultad de la tarea a realizar, así como, de la edad del alumnado. Para comenzar, una de las técnicas a desarrollar con muy buenos resultados es la “Tutoría entre iguales”. Siempre que se realice una preparación, formación y selección del alumnado, tanto de los tutores y tutoras como del alumnado tutorizado.
4.- Planifica cuidadosamente cada sesión. Ámbito de intervención B: el trabajo en equipo como recurso
Incluimos las aplicaciones de las estructuras cooperativas simples y complejas para el desarrollo de los contenidos escolares como un recurso en las distintas áreas del currículo. Debemos planificar - y comunicar con claridad - los objetivos de cada sesión y cada actividad, los tipos de agrupamientos, los materiales que utilizarán y los métodos y criterios de evaluación. Las instrucciones tienen que ser muy claras y precisas para empezar. Las actividades que realicemos no han de ser muy largas, lo que nos facilitará la participación del alumnado en esa nueva estructura, sobre todo al principio. Es fundamental prestar mucha atención a la organización de los equipos: es una de las claves fundamentales del éxito de nuestro trabajo.
Proponemos utilizar estructuras cooperativas simples que nos facilitan la transformación de actividades de clase individuales en actividades grupales, como por ejemplo. La “lectura compartida”, “1-2-4”, “la parada de tres minutos”, “lápices al centro”, “el número”, “el folio giratorio”, “el juego de las palabras”, “el mapas conceptual a cuatro bandas”,… (materiales aportados por Pere Pujolàs). En un segundo momento, utilizar Técnicas Cooperativas Complejas como: Rompecabezas, de Aronson. Grupo de Investigación de Sharan y
Sharan. Técnica TAI de Slavin…. (Materiales aportados por Pere Pujolàs). Insistimos en la planificación de las sesiones, porque si estas experiencias son positivas, los mismos estudiantes piden poder trabajar más frecuentemente de esta forma en sus clases, valorando muy positivamente su desarrollo.
5.- Define las funciones de los miembros de los grupos con total claridad. Ámbito de intervención C: el trabajo en equipo como contenido a enseñar
Tenemos que enseñar al alumnado a trabajar en equipo sistemáticamente, organizando la actividad de aula de forma cooperativa desde las distintas áreas del currículo, desarrollando la organización de los equipos, la planificación del trabajo en equipo, las habilidades sociales,… El aprendizaje cooperativo exige responsabilidad individual dentro del grupo, hacia uno mismo y hacia los otros miembros del grupo. Si no se definen las funciones de cada uno con claridad, el trabajo en equipo derivará hacia otras estructuras que nada tienen que ver con la cooperación y el compromiso de grupo. Como profesores debemos ayudar a los equipos de aprendizaje cooperativo a autoorganizarse cada vez mejor y a ser más autónomos.
Para ello proponemos la utilización del Cuaderno del Equipo y la realización de actividades que les permitan decidir el nombre y el logotipo del equipo. Actividades para decidir los cargos y asignar las funciones a cada uno de ellos. Son importantes actividades que nos lleven a decidir las normas de funcionamiento de los equipos y de la clase en su conjunto. El Cuaderno del Equipo, en el que presentamos los Planes del Equipo y las revisiones periódicas para establecer los objetivos y hacer propuestas de mejora , es indispensable para la buena marcha de nuestro trabajo. Es importante disponer de un Diario de Sesiones que ayuda al alumnado a reflexionar sobre su manera de proceder.
Coopera con tus compañeras y compañeros
¿Por qué tiene que estar solo el o la “ profe” en el aula? Si colaboramos con otros compañeros y compañeras podremos atender mejor a los grupos, cubrir sus necesidades más satisfactoriamente y, además, predicar con el ejemplo, lo cual suele ayudar a ser gratamente convincente. Dejar por escrito el trabajo realizado redundará en el éxito de tu formación y en tu seguridad como docente. Para ello te aportamos “un posible esquema de trabajo”, que a nosotros nos fue muy útil para la concreción de las experiencias realizadas por muchos profesores y profesoras.